16 de mayo de 2014

PISTOLAS Y RATONES





Esto de llevar pistola no pasa de moda, una moda que mucho me temo cada día es seguida por mayor numero de personas. Según estadísticas recientes el 10% de los españoles tiene al menos un arma de fuego a su disposición, por supuesto en las estadística no se incluyen las de militares, policías y similares. Un dato que ciertamente acojona, más aún hoy que gracias a nuestros banqueros y nuestros políticos andamos todos bastante cabreados. José Antonio Primo de Rivera no se separaba de su pistola, Indalecio Prieto tampoco, este último hasta llegó a esgrimirla en un pleno del Congreso donde se trataba el espinoso tema de las Autonomías allá por 1934 y no precisamente para invitar a los demás a que se sentaran.

Digo yo que quien se compra una pistola será por que piensa hacer uso de ella, lo cual me parece mucho más peligroso que hacerse con una pancarta de Stop Desahucios o una bandera tricolor, sin embargo para la derecha española los peligrosos somos los de la pancarta y la bandera. Aquel que tiene una escopeta siempre lo justificará por su noble afición de liarse a tiros con los conejos o porque le es imprescindible para reventar joyerías de barrio, si lo que tiene es una pistola dirá que es para defenderse. El caso es que en España la fabricación y venta de estos artilugios es completamente legal y cualquiera se puede hacer con uno por menos de lo que cuesta un portátil de última generación. De seguir así el panorama y dado que los españoles somos de aprender fácil, al igual que ya conocemos perfectamente el argot ese de stand by, recesión, activos tóxicos, prima de riesgo y demás términos financieros, pronto seremos unos expertos en calibres, balistica y cartucheria y hasta discutiremos con nuestras amistades sobre la bondad y ventajas inigualables de nuestro revolver tal y como se hace con el coche o el teléfono móvil. 

Después de lo sucedido en León puede que los políticos sean los primeros en hacer acopio de pistolas y sobaqueras, al fin y al cabo ellos no pasan por los detectores de metales y todos acaban de coincidir en que su oficio es de alto riesgo y además se ven como objetivo, como dianas móviles a donde apuntan los descontentos. Al igual que para conseguir un permiso de armas de fuego basta con ser joyero ahora el hecho de ser político asegurará el éxito del trámite, no digamos ya si en el seno de la familia del solicitante figura algún militar, policía o guardia civil.

A pesar de las muertes que las armas de fuego ocasionan, que para eso están, nada se ha escuchado estos días sobre la necesidad de aumentar los controles de las mismas y de endurecer la concesión de los permisos para su adquisición y uso. Por el contrario y sin que las redes sociales tengan nada que ver con el asesinato de León se ha puesto en marcha una campaña criminalizadora de las redes y se clama, se exige, desde la derecha política la necesidad de modificar el Código Penal en relación con los posibles delitos que se puedan cometer desde las redes sociales, tipificando estos y endureciendo las penas. Los medios de comunicación más rancios como ABC y La Razón en prensa e Intereconomía y 13TV(COPE) en la televisión, por poner unos ejemplos, atacan sin ningún tipo de escrúpulo a las redes pidiendo de paso la detención policial de cientos de internautas por el solo hecho de opinar en libertad, olvidando que el sentimiento de alegría o pena por la muerte de alguien o la ausencia de ambos ni es un delito ni lo será, como tampoco lo es ni lo deberá ser el manifestarlo públicamente. 

La derecha condena la violencia y acusa a las redes sociales de ser un instrumento de incitación y apología de la misma, olvidando, entre otras muchas cosas más, que en 1975 aún existía en España la pena de muerte y que en ese mismo año se ejecutaron a tres activistas antifranquistas... y lo aplaudieron de forma unánime, al igual que muchos aplaudieron en 1977 el asesinato a tiros de cinco abogados laboralistas a manos de la ultra derecha. Preguntémonos cuán diferente hubiera sido todo si en aquellos años hubieran existido las redes sociales. La derecha carga contra las redes sociales por incitación a la violencia y al mismo tiempo rinde homenaje a una división de militares enviada a luchar a las órdenes de Hitler y mantiene intocable el mayor monumento que existe en el mundo levantado a la memoria de un genocida, ¿que mayor apología de la violencia se puede cometer?.

A los desheredados solo nos queda la libertad y la protesta para defendernos, ni tenemos pistolas ni las queremos tener, nos basta con un simple ratón y ahora nos lo quieren quitar. Quieren callarnos por medio del miedo, ejerciendo el poder que nosotros mismos les hemos otorgado, un poder que, no lo olvidemos, les podemos arrebatar con el simple gesto de introducir un sobre de papel en una urna, hagámoslo y convenzamos a los demás para que también lo hagan.

Benito Sacaluga




1 comentario:

  1. Suerte que España no es un país donde las armas de fuego tengan cabida porque sino veríamos crímenes y asaltos mucho más a menudo. En cuanto a las redes sociales y la capacidad que tenemos para movilizar personas es verdad tienes razón pero cuidado con lo que pones o vas a la cárcel... Mientras la Rita saliendo en Valencia otra vez... Es un chiste

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